viernes, 7 de abril de 2017

Pudor y modestia


Queridas amigas lectoras, hoy quiero hablaros de un tema que realmente me preocupa y al mismo tiempo me apasiona: el atavío de la mujer cristiana.

"Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso,ni oro,ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad" (1 Tim. 2:9,10)

Este versículo bíblico, junto con 1 Pedro 3:3 y 4, son los que  tengo como referentes personales para mi propia vida y para  enseñar a otras mujeres cristianas a vestirse adecuadamente. Hay que tener en cuenta, claro está, que es necesario estudiar el contexto histórico y cultural de cualquier texto bíblico para poder apropiarnos de sus verdades y poder aplicarlas a nuestra vida cristiana personal actual, así que, teniendo en cuenta esta premisa, mi intención es la de analizar este versículo en su significado primeramente, y de cómo tú, como mujer cristiana  del siglo XXI, puedes empezar a llevarlo a cabo de una manera práctica en tu vida, en una próxima entrada.

Reitero en que serán solamente algunas sugerencias basadas en mi propia experiencia personal, no son normas que debes seguir al pie de la letra. Creo que como hice yo, cada una debe orar sobre este tema delante de Dios y que sea Él y tus gustos y estilo personal los que te guíen.

Antes de empezar con lo primero, hemos de anotar también que el apóstol Pablo está haciendo referencia en este texto, sobre cómo, hombres y mujeres, debían conducirse en el culto público. Así que, señoritas y señoras, debemos tener esto muy presente también, no es lo mismo ir al campo a pasear que ir un domingo a la iglesia. Esto también lo trataremos en un segundo artículo.

Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa

Ataviarse, (literalmente "adornarse con traje adornado") como indica el versículo, es propio de las mujeres. A nosotras nos encanta adornarnos, estar siempre bellas sea cual sea la ocasión, y aquí el apóstol lo da por sentado. La mujer cristiana, por tanto, puede y debe adornarse, es decir, arreglarse. No comparto la idea de que la mujer cristiana debe mostrarse desaliñada y descuidada para mostrar una mayor piedad. Ser ama de casa, esposa y madre, es un honor, somos embajadoras de nuestro hogar, el terrenal y el celestial.

con pudor y modestia

Pudor hace referencia a vergüenza, es decir, al temor de sobrepasar ciertos límites, los de la decencia.
Es muy curioso ver de qué manera el pudor puede ser diferente según la cultura y los tiempos a lo largo de la historia. Hace apenas un siglo, mostrar  un poco más allá del tobillo era algo impensable. ¿Recordáis la foto de aquel señor en las playas con una regla que medía las faldas de los trajes de baño de las señoras de antaño? Si alguna dama sobrepasaba los centímetros permitidos que podía mostrar, era expulsada de la playa. En cambio hoy día, en el mundo occidental, las chicas adolescentes enseñan media nalga tan tranquilas y casi nadie se escandaliza.

Así que, ¿cuál es el límite?¿qué podemos y hasta dónde puede mostrar  una mujer cristiana?

Nuestra vara de medir debe ser el amor, siempre el amor al prójimo, para no hacerle tropezar. (Lc. 17:1)

La palabra "modestia" también nos da una muy buena pista. Modestia se refiere al buen juicio o sentido común. Es decir, debemos vestirnos de forma sensata, sin llamar la atención, sin el objetivo de exhibirnos. A la casa de Dios vamos a adorarle, a escuchar su Palabra, la atención debe estar puesta en Él, y como mujeres, debemos ayudar a los demás hermanos/as a centrarse en lo mismo.

no con peinado ostentoso,ni oro,ni perlas, ni vestidos costosos

En los tiempos de Pablo la moda era trenzarse el cabello, y es que, literalmente, el texto en griego dice "no se adornará con trencillas". Pero no era el hecho de llevar el pelo trenzado a lo que Pablo se oponía, sino a lo que esta moda conllevaba. Asociadas a las trenzas estaban las peinetas de marfil o carey enjoyadas con oro, plata o perlas, algo realmente exuberante además de costoso. Las más recatadas usaban alfileres de bronce cuyos extremos se adornaban con figuras de animales, ídolos o figuras femeninas desnudas. Y esto se mostraba también en los vestidos.

¿Significa esto que la mujer cristiana de hoy no puede llevar oro ni plata ni perlas?

Mi respuesta es, sí que puede. Actualmente el oro no es tan costoso, se vende a varios precios. Casi todas las mujeres occidentales poseemos alguna gargantilla o pendientes de oro, plata o algún adorno de perlas, aunque sean falsas (las perlas de verdad siguen siendo caras, quizá no tanto como para vender todas nuestras posesiones para comprar una como dice Mateo 13.46 pero siguen siendo caras)

Llevar oro o plata en nuestros días es algo común y generalizado en muchos países, Pero con esto también hay que tener cuidado y hacer uso de nuestro sentido común y del amor al prójimo. Hermana, aunque Dios te haya bendecido con riquezas económicas y puedas permitirte ciertas piedras preciosas o ropa costosa y de última moda que pueda llamar la atención más de lo normal, no lo uses en la iglesia, donde puedes ser de tropiezo para otros hermanos/as de condición bastante humilde.

Pablo llama al recato y a la sencillez en la casa de Dios, alertando a las mujeres cristianas a no caer en vano materialismo. Me suena de algo también...

sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad

Y aquí viene la enseñanza. Una mujer cristiana no puede profesar culto a la belleza y a la imagen personal, su culto es para el Señor ¿y cómo se demuestra esto? por medio de las buenas obras. Si decimos ser temerosas de Dios y siervas de Cristo, es decir, mujeres piadosas, nuestras obras deben ir muy por delante de nuestra apariencia. La fe sin obras está muerta, dice Santiago 2:17

Y aquí quiero añadir los otros versículos que he mencionado al principio y que sigo como referentes también.

"Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios"(1 Pe.3:3,4)


Es decir, nuestro adorno como mujeres debe ser interno. Nuestro énfasis debe estar puesto en el desarrollo de una belleza y un carácter agradable, suave y amable (esto es de gran estima para Dios, dice el versículo) y no en la inversión de tanto tiempo, dedicación y esfuerzo en una belleza física y superficial.

Amiga, quizá estés de acuerdo con lo que has leído hasta aquí pero a la hora de llevarlo a la práctica se te hace difícil y surjan las preguntas en tu interior. ¿Qué debo ponerme y qué no?

En la próxima entrada quiero dejarte una guía específica, basada en mi propia experiencia personal, que te ayudará a elegir la ropa más adecuada para asisitir a la iglesia los domingos según tus gustos y estilo. Incluiré también algunos consejos prácticos para saber cómo vestirte de una manera más femenina y recatada para tu día a día.

Si te interesa el tema, suscríbete a mi blog y no te pierdas las novedades.

Gracias por leerme.



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1 comentario:

  1. Interesante artículo. Es necesario legar tanto a esta como a las nuevas generaciones, los principios que les capaciten en cada época para elegir entre lo que haya, aquello que le permita reflejar a Cristo aun en su modo de vestir. Así le facultaremos para evitar tanto el extremo de quedarse atrás defendiendo FORMAS de vestir del pasado como si fueran canónicas, como el extremo de desviarse al frente asumiendo FORMAS presentes y futuras que no reflejan los principios canónicos de la palabra de Dios, y por tanto no contribuyen a mostrar las virtudes del reino. Buen aporte, pastora.

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